¿Para qué sirve el design thinking en las empresas?

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8 de febrero de 2017

Design Thinking: ¿Qué es y cuál es su estado actual?

La importancia del design thinking

El design thinking es una metodología en la que equipos multidisciplinares desarrollan un diseño de soluciones creativas que permiten a las empresas solucionar un problema y conseguir resultados óptimos en una propuesta comercial concreta.

El diseño de soluciones debe ser un un proceso creativo en el que se proponen diferentes opciones que son estudiadas, analizadas, y finalmente cribadas para que las mejores ideas sean las que se lleven a cabo. Este brainstorming debe ser audaz, valiente y sin complejos. A veces, las ideas más estrambóticas son las que mejores soluciones pueden dar a nuestro producto.

Cinco pasos claros en el design thinking

  1. Empatía: se deben conocer profundamente las necesidades de los demandantes y comprender la realidad en la que están inmersos. Por lo tanto, las soluciones que se planteen ya no sólo deben estar acordes con sus objetivos sino con la necesidad de crear un producto que conecte con los usuarios.
  2. Definición: se filtra toda la información recogida en la fase de Empatía y nos quedamos con lo que pueda aportarnos soluciones que desarrollaremos en la siguiente fase más creativa.
  3. Ideación: se realiza un proceso de brainstorming en el que se ponen todas las ideas encima de la mesa. Esta fase debe ser totalmente propositiva y expansiva, sin ningún miedo a plantear ideas que a priori pueden tener poca aceptación. Posteriormente hay que realizar una criba y elegimos aquellas ideas que puedan aportar valor y que resuelvan esas necesidades de forma innovadora.
  4. Prototipado: es cuando volcamos la idea final y la materializamos a fin de compararla y encararla con la realidad para analizar sus debilidades, su potencial o la realización de mejoras en el producto final.
  5. Testeo: Una vez habiendo introducido mejoras a nuestro producto, comenzamos la fase de prueba ante los usuarios implicados. Al ser la fase final la puesta en común debe ser lo más sincera posible, ya que nos puede ayudar a introducir nuevas mejoras, en donde finalmente conseguimos una versión definitiva del producto que dé solución a nuestro problema.
Design thinking

El conocimiento del entorno

Los buenos resultados vendrán de la mano si ha habido una exhaustiva búsqueda de soluciones, pero ésta será más fácil si conocemos en el entorno socio-cultural los productos que más están encajando en los usuarios.

Un buen conocimiento sociocultural nos permitirá empatizar con los usuarios y encontrar una respuesta más veraz. Es importante saber los lenguajes y códigos en el que se comunica el destinatario que va a adquirir ese producto. Además de reconocer sus gustos culturales populares que nos lleven a esas mayorías potenciales.

Por ejemplo, una web sencilla puede sumar más, en donde la interacción sea un elemento clave para empatizar con el usuario y poder recibir ese feedback que nos mantiene alerta y nos hace introducir mejoras. Esto nos puede proporcionar un aliciente en la experiencia del usuario al lograr ese elemento de comunión que establezca una fidelización de las audiencias.

Actualmente, el estado del design thinking viene marcado por esta idea de empatizar con los usuarios a través de un eje principal, el producto. En donde podemos ver ideas rompedoras pero que a la vez conectan y empatizan con los recursos culturales de un imaginario colectivo, de ahí la importancia del conocimiento de los nuevos lenguajes como la utilización de contenidos virales, la utilización gif o el lenguaje emoji.

Os dejamos un vídeo de Tim Brown y su visión del design thinking

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